Empresa y universidad

Caben dos tipos de relación entre la universidad y la empresa privada, sostenía Tomás Calleja (La universidad como empresa, 1990). El mecenazgo o patrocinio es la primera posibilidad. Que la universidad se dirija a las empresas para buscar apoyo a sus actividades es lógico y positivo, porque revela una conciencia de su vinculación a una de las instituciones más vivas de la sociedad actual. Que las empresas presten esa ayuda a la universidad manifiesta también que se ha percatado de la importancia de impulsar a los catalizadores y orientadores del progreso del conocimiento. Pero esta colaboración es insuficiente, porque todavía resulta un mecanismo estático.

La segunda alternativa pasa por la mutua cooperación entre ambas instituciones sociales. Se pasa así de un modelo con significado filantrópico a otro de carácter dialógico, en el que las ventajas de la colaboración son mutuas. Ambos interlocutores se sitúan en un cierto plano de igualdad, En este tipo de relación, más compleja que la primera, el papel de la universidad no es pasivo, no está a la espera de las iniciativas sociales ni se limita a pedir una ayuda general; ella misma está en el origen de los cambios sociales.

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Autor:

Álvaro Pezoa B.

Fecha de Publicación:

02 de julio del 2024