Se dice que una de las dimensiones de la felicidad de un individuo es la dimensión eudaimonia que, en términos simples, significa que para ser feliz se debe tener un propósito en la vida; eso por qué levantarse cada mañana y que justifique su estancia en este mundo. Para las empresas, que finalmente están formadas por personas, tener un propósito debería ser igualmente importante.
Y no hablamos tan solo de lo obvio, que es ser rentable, sino de ese propósito que es más holístico y compartido, que le da sentido de trascendencia más allá de su precio en bolsa.
Fue así como en Inmobiliaria FG comenzamos a cuestionarnos acerca de cuál era nuestro propósito, y llegamos a la conclusión de que nuestro gran motivador, el de quienes trabajamos en esta industria y en esta empresa, era y debía ser mejorar el bienestar de las personas a través de un buen habitar.
Verónica Niklitschek
5 de septiembre del 2021
Libro