13 de abril

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ESE Business School realizó seminario “¿Debe cambiar mi liderazgo?

Los avances en el estudio del cerebro de los últimos años han permitido comprender mejor los efectos que tienen los comportamientos de los líderes en sus colaboradores. Así, se han confirmado algunos conocimientos clásicos del liderazgo, mientras que tanto otros se han actualizado.

Para ahondar en este interesante tema, el Executive Master en Gestión de Empresas y Organizaciones (EMGEO), organizó el seminario "¿Debe cambiar mi liderazgo? Revisando nuestra forma de liderar en base al conocimiento del cerebro".

En la oportunidad Álvaro Espejo, director del EMGEO, junto a Lucas Sebastián Canga, Médico y Ph.D. (c) en Neurociencias Cognitivas Aplicadas de la Universidad de Maimónides, Argentina, conversaron sobre los ejes centrales el ejercicio del liderazgo, tales como el rol de la empatía y de las conversaciones de feedback, además de identificar paradojas de liderazgo.

Cabe destacar, que antiguamente se creía que la única forma para movilizar a las personas en las organizaciones, eran los incentivos, éstas son teorías del refuerzo muy antiguas, conductistas que se probaban con animales. "Pero cuando uno trata de tocar temas de neurociencias, aparece la "neurofobia", pasa mucho que cuando uno trata temas de este tipo en los cursos, la gente se espanta y no quiere tratar este tipo de temáticas porque según ellos se escapan un poco de lo que realmente vinieron a aprender en un máster, por ejemplo. Entonces nosotros tenemos un gran desafío en que nuestros alumnos vean la importancia de conocer el comportamiento humano en las organizaciones, ya que eso los va a llevar a ser mejores líderes y tener organizaciones más sanas", agregó Lucas Canga.

Luego, enfatizaron en que no se trata de que todos seamos "neurocientistas", pero es importante darles las herramientas a las personas que están a cargo de otras, para que lideren mejor y gestionen mejor a su gente. "El campo de la neurociencia es un paso más que refuerza muchas creencias que ya teníamos, y te da antecedentes más sólidos para ver por qué algunas cosas funcionan y otras no", complementó Álvaro Espejo.

Por otro lado, explicaron que todos los órganos tienen su función, la mente en este caso es el funcionamiento del cerebro, pero hay distintos niveles, primero se puede ver cómo se comportan las personas, debajo de eso hay un sistema de conexión neuronal, y hay algo intermedio que es por ejemplo medir tipos de tomas de decisiones. Podemos ver si una persona toma decisiones más profesionales, más intuitivas, etc., todo esto te muestra distintos tipos de personas, comportamientos y diferentes sistemas motivacionales.

Ahondando en el liderazgo, afirmaron que la empatía es clave, "te permite ponerte en el lugar del otro. En el fondo debemos lograr influir en el otro, sabiendo que somos distintos. Cambiar la forma de relacionarnos es tan difícil como aprender un idioma, con mucho trabajo detrás, pero el liderazgo es una tarea desgastante que requiere mucha energía, para abordar la emocionalidad y la racionalidad, el liderazgo implica abordarlo todo y casi al mismo tiempo.", afirmó el Médico.

También, comentaron que los investigadores han querido saber por qué a la gente le genera dolor ciertas cosas, en el fondo el dolor es nuestro sistema de alarma, para poder cuidar esa parte del cuerpo que duele. Por eso hay organizaciones que tienen altos niveles de estrés, por mal ambiente laboral, maltrato u otro factor, lo que conlleva dolor en sus trabajadores, que termina en licencias médicas.

Otro tema importante que se discutió fue el feedback, práctica que es temida por muchos: "el feedback es un cerebro que cree que sabe lo que hizo el otro cerebro, pero tiene que haber una técnica, por ejemplo, creo que lo mejor es comenzar con la percepción del otro, ¿cómo crees que estuviste en esta situación?, o ¿cómo te comportaste en x situación?", agregó experto en Neurociencias Cognitivas Aplicadas.

Enfatizando que; "un mal feedback puede desencadenar en un dolor social muy grande, por sentirse desmotivado, o poco validado, generar grandes niveles de estrés en el que queda el cerebro en alarma, entonces esa persona pierde la creatividad, actúa por miedo, etc. Por lo mismo el líder tiene que ser empático y poder darse cuenta y sentir lo que le pasa al del frente".