Producto de la pandemia reciente, el mundo se ha sumido en un proceso inflacionario importante. Esto tiene dos causas: en primer lugar, el encierro afectó las cadenas de suministros de las empresas y han habido problemas logísticos de toda índole que llevaron a que el costo de diversos insumos aumentara de manera importante; lo segundo, tuvo que ver con las respuestas fiscales de los gobiernos, como las personas estaban encerradas en sus casas sin poder ir a trabajar, se repartieron diversos tipos de bonos y ayudas que terminaron empujando el consumo interno de las economías.
Chile no fue la excepción. En particular, entre IFEs y retiros, Chile fue el país con una de las respuestas fiscales (per cápita) más importantes del mundo. Todo esto no salió gratis. Sumando ambos efectos, por primera vez en más de 20 años tenemos un registro inflacionario en los dos dígitos. Es más, en el año contra año Chile registra una inflación del 13.1%.
La entidad encargada de controlar este espiral inflacionario es el Banco Central, y para ello, la herramienta de la que dispone es la política monetaria. El Banco puede controlar el nivel de circulante que hay en la economía y con ello el precio del dinero. Mediante compras-ventas de sus propios instrumentos de deuda es capaz de anunciar una Tasa de Política Monetaria (TPM), para que efectivamente en el mercado financiero las tasas cortas se transen a ese precio. Actualmente la TPM está en 10.75 puntos base, nivel de tasas que no veíamos en muchísimo tiempo.
Revisa la columna completa realizada por eldiarioinmobiliario.cl aquí.