En estos días turbulentos, es importante diferenciar poder de autoridad. Normalmente estas dos palabras se confunden, pero si vamos a sus raíces, podemos reconocer sus diferencias y saber cómo se influyen mutuamente.
Poder viene de “potestas”, que es el poder formal que nos da un cargo. Se obtiene en un momento del tiempo y su influencia está limitada a ese cargo. Por otra parte, autoridad viene de “auctoritas”. La autoridad se va ganando con nuestras acciones y son los demás las que nos la entregan, no viene dada por un cargo, sino por la confianza que vamos construyendo con las personas que nos rodean (empleados, ciudadanos, hijos, etc.).
María José Bosch
23 de octubre del 2019