Una noche normal

Tuve que acompañar durante largas horas a un familiar a la Urgencia del Hospital El Salvador. Ocurrió en la noche del viernes y toda la madrugada, hasta la mañana del sábado pasado. Salvo para los enfermos o accidentados, se trató de una noche normal en la vida cotidiana de la RM. La oportunidad me regaló la posibilidad de aquilatar, una vez más, la situación en materia de salud que experimenta la gran mayoría de la población: precaria es una palabra amable para describirla.

Es justo partir diciendo que lo más destacable, con diferencia, es el esfuerzo que realizan los equipos profesionales por otorgar una atención que resuelva los apremios, muchos graves, que enfrentan los pacientes. Además, en general, con buena disposición y trato; no sin alguna excepción de rudeza o marcada indiferencia. Todo esto, acontece en condiciones materiales abiertamente desfavorables, partiendo por los espacios físicos. La infraestructura es francamente insuficiente, la carencia de camillas, de boxes, y capacidad de aislamiento efectiva es conmovedora.

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Autor:

Álvaro Pezoa B.

Fecha de Publicación:

23 de abril del 2024