Si hablamos de ingresos y gastos fiscales, uno de los problemas que tenemos es la percepción generalizada de que todos nos beneficiamos cuando el gobierno aumenta su gasto. Por supuesto, significa que recibiremos más beneficios del Estado, mejores pensiones, más apoyos en educación, mejores servicios de salud, más subsidios de vivienda, etc. ¿Cómo va a ser negativo? Se olvida que todo eso lo pagamos nosotros mismos con nuestros impuestos, que lamentablemente quedan bastante ocultos. El IVA no se separa del precio de bienes y servicios, los trabajadores no conocen su sueldo bruto, y automovilistas y fumadores no sospechan lo rentables que son para el Fisco. Es bueno saber entonces que el Presupuesto 2020 considera que cada chileno en promedio le aportará al Fisco cerca de $2.400.000 para financiar sus gastos. Igual no le alcanza, ya que registrará un déficit de $200.000 per cápita, que también deberemos pagar los ciudadanos más adelante, con intereses incluidos.
María Cecilia Cifuentes
04 de octubre del 2019