La salud se define como un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de enfermedad (OMS, 2022). La dimensión física de la salud está íntimamente relacionada con el plano mental, por lo que tanto actividad física, alimentación y descanso son los tres pilares para tener un cuerpo sano y efectos positivos a nivel emocional (Eudona, 2022).
En este contexto, es relevante comprender cuáles son los adecuados niveles de actividad física y hábitos alimenticios para vivir una vida saludable, lo que a su vez tiene efectos positivos en el plano laboral.
Dada la importancia que tiene la vida saludable, la presente guía práctica busca exponer cómo la vida laboral puede tener un efecto sobre el bienestar físico. Por un lado, las dinámicas de trabajo determinan la cantidad e intensidad de la actividad física que se puede realizar.
Por otra parte, las jornadas laborales fuera del hogar pueden impactar en la calidad de la alimentación diaria, si no se toman las medidas adecuadas.
Además de exponer esta problemática, busca entregar prácticas a nivel organizacional que puedan abordar este problema. Dichas medidas pueden ser implementadas por las empresas, considerando como estas se ajustan a su realidad, en términos de recursos materiales, humanos, ubicación geográfica, entre otras.
María José Bosch, María Paz Riumalló, María José Urzúa
12 de agosto del 2022