19 de julio

%%_titular%

La foto

A pocos segundos de ser herido por una bala disparada por un francotirador que, en un acto abominable, intentó acabar con su vida, Donald Trump se levantó. Instruyó a los agentes del servicio secreto a detenerse, alzó uno de sus puños y arengó a sus adherentes instándolos a "fight, fight, fight" (luchar, luchar, luchar). No es claro a qué los estaba instando, ni sabemos a qué lucha se refería ni contra quién. Lo esperable habría sido que Trump, tras ser impactado por una bala, quedara en estado de shock. Pero en alguna recóndita capa de su conciencia, es posible que intuyera que la otra imagen le podría asegurar el triunfo en la campaña presidencial estadounidense. El contraste entre el coraje de Trump y la senectud de Biden se hizo elocuente. Mientras Trump evidenciaba su valentía, la televisión enfocaba a Biden subiendo por la escala del Air Force One (avión presidencial), intentando disimular sin éxito sus dificultades de movilidad.

En el teatro de la política, las imágenes no solo complementan la palabra, sino que a veces la eclipsan. En un mundo saturado de palabras, una imagen poderosa se imprime en la memoria colectiva con mayor fuerza y permanencia que el más persuasivo de los discursos.

Para leer la nota completa, haz click aquí.