Economía y Negocios, El Mercurio - 15 de mayo de 2020
En las 100 compañías con mayor presencia bursátil se pasó de 3,9% de asientos en directorios en 2011 a 10,4% en 2020. Pese al avance, datos evidencian que todavía faltan décadas para llegar a la paridad.
La participación femenina en mesas de directorios en el país se ha casi triplicado desde 2011. Así lo muestran los datos de un estudio realizado por el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School de la Universidad de los Andes, titulado "Diversidad en los directorios chilenos: una mirada en el tiempo", el cual analiza datos de las 100 empresas con mayor presencia bursátil para cada año (Top100) y las 30 empresas que forman parte del IPSA desde el 2011 en adelante.
El documento evidencia que, desde 2011, ha habido un aumento en la presencia de mujeres en los directorios tanto de las empresas IPSA como el Top 100. Así, si bien hasta el 2017 las empresas IPSA eran las que "llevaban la delantera" en diversidad de género, hoy son las Top100 las firmas que poseen un mayor porcentaje de voces femeninas en sus mesas de trabajo. Dado que una persona puede estar en uno o más asientos de directorio y el interés del estudio era mostrar "la voz" al interior de estas instancias, el análisis se realizó en función de los asientos de directorio.
A la fecha, considerando las 100 empresas con mayor presencia bursátil, hay 80 asientos de directorios que provienen de una voz femenina, que representan el 10,4% del total. Estos puestos son ocupados por 69 mujeres. Asimismo, el 55% de estas 100 empresas ha decidido incorporar al menos una visión femenina en la discusión de gobierno corporativo. Mientras que, en 2011, solo el 27% de las Top100 tenía al menos a una mujer en el directorio.
Al examinar las empresas IPSA, en 2020 hay 24 asientos de directorios que provienen de una voz femenina y representan al 9,4% del total. Estos puestos son ocupados por 22 mujeres. El 57% de las empresas IPSA ha decidido incorporar al menos una visión femenina en la discusión de gobierno corporativo. Hace nueve años, el 32% de este grupo (9 de las 28 consideradas) tenía al menos una mujer en el directorio, según los resultados del estudio.
"Los esfuerzos —de organizaciones que promueven la inclusión femenina, la autoridad y los centros de investigación— están teniendo un efecto. Sin embargo, si la sociedad en su conjunto quiere cambios más rápidos, es posible que el mundo político impulse medidas de fuerza como cuotas o incentivos especiales", afirma el director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad, Alfredo Enrione.
Pese al avance, al comparar los datos con otros países y al analizar la tasa de evolución de Chile, el informe señala que para lograr la paridad de participación entre hombres y mujeres en los directorios (50/50) se requieren 64 años para las IPSA y 49 años para las Top100, por lo que aún queda por avanzar.
Al considerar que en las empresas Top100 se pasó de 3,9% asientos de directorios ocupados por mujeres en 2011 a 10,4% en 2020, las voces femeninas casi se han triplicado en los últimos nueve años.
Con todo, la presidenta de la Red de Mujeres en Alta Dirección (Redmad), María Isabel Aranda, admite que le "cuesta ser optimista" ante estas cifras.
"Honestamente, creo que lamentablemente la velocidad y, más aún, la falta de convicción respecto de la importancia que tiene esto es lo que me preocupa. Aquí hay un tremendo valor en tener más diversidad en los directorios", señala. "Que uno diga, 'pero hemos evolucionado bien', no, estamos muy al debe", agrega.
Diversidad profesional
El estudio también analizó las nacionalidades y las profesiones de los directores.
En general, la presencia de extranjeros se ha mantenido constante sin grandes cambios desde 2011. Considerando las 100 mayores empresas, el 11,7% de los asientos de directorios están ocupados por una persona extranjera, los que provienen mayoritariamente de Europa, seguida por América Latina, y en menor proporción de Asia y América del Norte.
En cuanto a las profesiones, 2 de cada 3 directores es ingeniero comercial o ingeniero civil. La tercera profesión más común son los abogados, quienes representan alrededor del 15% para cada año.
Al analizar los estudios de pregrado según género a la fecha, si bien el 57,5% de las mujeres son ingenieras comerciales, se puede ver que también hay una mayor proporción de mujeres con una formación académica distinta a las carreras de ingeniería comercial, ingeniería civil y derecho, en comparación con los hombres en las empresas Top100.
En tanto, en general, los niveles educativos se han mantenido constantes. En promedio, aproximadamente 1 de cada 3 de los asientos de directorios están ocupados por personas que tienen un grado de magíster.
