Durante abril se celebraron muchas juntas de accionistas de sociedades anónimas y leímos en los diarios que varias importan-tes empresas que cotizan en Bolsa -y cuya propiedad es controlada por familias empresarias- habían incorporado a sus hijos en los directorios. ¿Es recomendable que los hijos participen en los directorios? ¿Es bueno que estén en la gestión? Vamos por partes.
Jon Martínez
20 de mayo del 2016
Profesores en la prensa