Siempre me ha llamado la atención el que los grupos de izquierda se llamen así mismos "progresistas", ya que el nombre alude a progreso, y al menos lo que podemos ver como resultado de los gobiernos de esa línea en América Latina es retroceso. Países como Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador siguen pagando las cuentas de gobiernos progresistas que generaron una falsa mejoría sustentada en una bonanza transitoria en los precios de sus exportaciones, y les restan aún varios años de ajustes para volver a progresar de verdad.
María Cecilia Cifuentes
30 de junio del 2017