Hace cuatro años –aunque en lo personal me parece más tiempo– el programa de gobierno de Michelle Bachelet nos anunciaba la urgente necesidad de aumentar el tamaño del Estado, condición sine qua non, de acuerdo a sus ideólogos, para lograr mayor equidad. "Es el precio de la paz social", nos dijeron. Probablemente, en la cuenta final el aumento del tamaño del Estado será de ese orden, ya que entre 2013 y 2017 el gasto del gobierno central, sin incluir municipalidades y empresas públicas, pasó de un 21,5% del PIB a un 23,8% (no está de más recordar que durante la primera administración de Bachelet la expansión fiscal había sido superior, de casi cinco puntos del PIB).
María Cecilia Cifuentes
28 de febrero del 2018