Los criterios ESG han dominado la agenda empresarial a nivel internacional, y en Chile no ha sido la excepción. Nuestro país se ha destacado como pionero en la regulación y divulgación de información relacionada con sostenibilidad, impacto social y gobernanza, reflejando un creciente compromiso con estos principios.
En este contexto, el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School, en colaboración con PwC Chile, presentaron su segundo estudio del ESG Board Readiness Index Chile. Este estudio, analizó encuestas realizadas a los directores de las principales empresas del país, con el objetivo de comprender cómo están abordando los desafíos en materias de ESG.
Inició este seminario el director del Centro Gobierno Corporativo y Sociedad, Alfredo Enrione, dando un poco de contexto en términos del recorrido que ha tenido el Centro, "iniciamos en 2001 con la misión de mejorar el gobierno corporativo de las empresas y contribuir a la sociedad a través de aquellas personas que las dirigen. El Centro tiene la convicción que a medida que las empresas puedan mejorar sus prácticas, son mejores empresas y con eso mejoran el país".
Cabe destacar, que en el primer estudio realizado el 2022 los resultados mostraron que las empresas estaban haciendo muchas acciones en temas de sostenibilidad, incluso más de las que creían que debían hacer, ya que muchas estaban respondiendo a presiones externas.
"Quisimos entender qué estaba pasando con este fenómeno, hoy los directorios han enfrentado demandas de su entorno, hay nuevas normas y desafíos para ellos. Mucha gente dentro de las empresas ve el ESG como una moda, y sienten que las mediciones generan mucha confusión, además ser sostenibles no es necesariamente más rentable", agregó Alfredo.
En este escenario la norma 461 se presentó como relevante, ya que elige un estándar de reporte y lo hace obligatorio. Además, obliga una memoria integrada que hace que la información sea rigurosa y genera un potencial caso de negocios porque promueve un diálogo de métricas y compromisos con los socios estratégicos.
"Una posible explicación es que, dado que las memorias integradas nos obligan a mirar nuevas métricas y benchmarks, se ha generado una mayor conciencia en las empresas. A pesar del escepticismo que pueda haber en la alta dirección, la norma ha obligado a las empresas a medirse a sí mismas creando de esta manera una mayor conciencia en todos los niveles de la empresa", dijo Alfredo.
En resumen, el estudio presenta que en la preparación de los directorios para lidiar con los temas ESG no hay avances significativos, se agrava "la carreta delante de los bueyes": revelando muy posiblemente que los directorios están lidiando con tensiones en diferentes direcciones y la NCG461 estaría impactando positivamente el BRI, en especial la dimensión de conciencia (40% mejor).
El director del Centro comentó que, "por un lado, nos parece preocupante no ver avances significativos en el índice. En promedio las empresas hacen más ESG, pero creen menos en ello. Esto nos habla de las tensiones muy reales y contrapuestas que enfrentan las empresas y sus directores. Por otro lado, vemos con entusiasmo que aquellas empresas que reportan según la NCG461 avanzan y tienen más convicción de una agenda ESG. La norma ayuda a generar la data, identificar brechas y actuar con conciencia y convicción".
Luego hubo un panel moderado por Alfredo Enrione, compuesto por Bernardita Piedrabuena, vicepresidenta de la Comisión para el Mercado Financiero, Pilar Dañobeitía, presidenta del directorio de SMU, Hernán Rodríguez, presidente de Colbún y Héctor Cabrera es socio de PwC Chile. En esta instancia, se reflexionó sobre las experiencias de cada uno en sus trabajos y cómo ven el tema de ESG en sus empresas.