El Centro de Estudios Inmobilirios del ESE Business School de la Universidad de los Andes reunió a diversos expertos y líderes del sector inmobiliario en el seminario: "Crisis inmobiliaria en Chile: desafíos y transformación en un nuevo escenario económico", en el cual se analizaron las raíces de la actual crisis inmobiliaria, su impacto en el mercado y las posibles estrategias para enfrentarla.
José Miguel Simian, director del Centro, dio la bienvenida, destacando que Chile atraviesa una de las crisis inmobiliarias más profundas de las últimas tres décadas. "Hemos querido armar un foro en el que podamos analizar diversas perspectivas y explorar estrategias para enfrentar esta situación", señaló.
El seminario comenzó con las exposiciones de Jorge Selaive, economista jefe de Scotiabank, y Slaven Razmilic, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).
Por su parte, Selaive abordó el contexto económico general y su impacto en el sector inmobiliario. Inicialmente, destacó los anuncios de mayor impulso fiscal de Trump y sus efectos en las tasas de interés de largo plazo, la inflación y política monetaria de la FED, ya que pueden mantener un nivel alto de las tasas largan en nuestro país. Subrayó que el cambio en la liquidez del mercado producto de los retiros se ha disipado y, por tanto, que el gasto de las familias depende principalmente de la masa salarial, la cual no está creciendo significativamente.
Mostró cifras que señalan que la inversión actual está altamente concentrada en sectores como minería, energía y obras públicas y que ello genera la existencia de "dos Chiles", uno que se ve mejor por un nuevo "boom minero" y otro que se ve afectado por el bajo crecimiento del resto de la economía. Finalmente, planteó que la brecha entre los ingresos y los precios de las viviendas solo puede cerrarse con un crecimiento sostenido.
Por otro lado, Razmilic presentó un análisis del mercado inmobiliario, destacando factores que impulsaron la demanda en años anteriores como el tamaño de los hogares, el aumento del flujo migratorio y la disminución de las tasas y otros por el lado de la oferta, como alza en costos de construcción y permisología, que la restringen. Mencionó que hoy no tenemos factores que impulsen la demanda, sin embargo, se mantienen aquellos que restringen la oferta. "En el corto plazo, necesitamos medidas que faciliten la liquidación de unidades en stock, como beneficios tributarios y subsidios habitacionales", recomendó.
Luego pasaron a un panel de conversación, moderado por José Miguel Simian, en el que participaron Isabel Palma, gerente comercial de Inmobiliaria FG, Cristian Fariña, gerente comercial de ICuadra, y los expositores.
Palma destacó la importancia de reducir costos para hacer las viviendas más accesibles, "Hay que cuestionarse si necesitamos entregar las casas con todo equipado o como se hacía antiguamente con calefón, hay que ver cómo bajar los gastos. Además, tenemos que tecnologizar nuestros procesos, eso también nos va a ayudar a disminuir los costos".
Fariña, quien tiene parte de cartera de proyectos en viviendas de interés social, apuntó que el acceso a subsidios y arriendos ha sido un alivio parcial, pero advirtió sobre la creciente imposibilidad de muchas familias para adquirir viviendas debido al estancamiento de los salarios. Adicionalmente, puso una voz de preocupación frente a la eliminación de CEEC y su efecto en la viabilidad de los proyectos DS19.
Ambos panelistas, Isabel y Christian, coincidieron en que la situación de las regiones es mejor que la región metropolitana, ya que, al ser mercados compuestos en mayor medida por usuarios finales, sufre menos ajustes cuando el negocio de la inversión inmobiliaria se ve menos atractivo.
Razmilic agregó que, en regiones como Antofagasta, se observa un fenómeno particular, personas que deciden vivir en campamentos para arrendar sus viviendas, lo que refleja un dilema económico y social que afecta las políticas públicas.
El seminario concluyó con un llamado a la acción coordinada entre el sector público y privado. "La transformación del mercado inmobiliario no solo depende de medidas económicas y regulatorias, sino también de adaptarnos a los cambios sociales y demográficos que están redefiniendo el sector", resumió José Miguel.