La Asociación Nacional Automotriz de Chile, ANAC junto a la Asociación de Investigadores de Mercado (AIM) y la Asociación de Egresados del ESE, realizaron el seminario “Nueva metodología de segmentación y clasificación socioeconómica” en el Aula Magna del ESE Business School de la Universidad de Los Andes.
La modificación del modelo se sustenta en los distintos cambios que ha experimentado Chile a lo largo de los años, como la disminución de la pobreza, aumento de la participación laboral de mujeres, mayor escolaridad, descenso de la fecundidad, menor cantidad de integrantes por hogar, entre otros.
El nuevo índice socioeconómico calcula el grado de bienestar relativo de un hogar chileno. Para su construcción considera tres aspectos:
El primero de ellos es el tramo de ingreso per cápita equivalente, el que es ajustado, de acuerdo con el tamaño del hogar. De esta forma, un hombre casado sin hijos que gana $1.000.000 al mes (el mismo sueldo que su mujer) estará en un segmento socioeconómico distinto que si ganara exactamente lo mismo (al igual que su mujer), pero tuviera dos hijos. Esto, porque en el primer ejemplo el sueldo familiar se divide entre dos personas y, en el segundo, entre cuatro. La diferencia está en que, con el modelo usado hasta hoy (ABC1-C2-C3-D-E), ambos casos clasificarían dentro del mismo segmento socioeconómico.
El segundo factor que considera es el nivel educacional del principal sostenedor del hogar. A mayor grado de educación universitaria, mayor puntuación. Y el tercero es el nivel ocupacional de esta misma persona.
Con estos antecedentes, se crean siete categorías diferentes, en las que entran todos los hogares chilenos. Éstas fueron elaboradas por la AIM con información pública, basada en la Encuesta Casen y la Encuesta de Presupuestos Familiares, explica el presidente de la asociación y expositor del seminario, Andrés Varas.
“Los beneficios son muchos, pero esencialmente se trata de una mayor precisión para poder observar, seguir y entender la evolución socioeconómica de las familias chilenas, ya que se puede saber cuáles son los ingresos, cómo los obtienen y cómo los gastan.
El poder que tiene este nuevo modelo está basado en la potencia que tienen sus fuentes de información, dado a que son sensibles a todos los cambios del país y son de carácter público”, explicó Andrés Varas.
Con esta nueva definición, el segmento superior, que hoy se conoce como ABC1, se desagrega en tres niveles diferentes:
El más alto es el AB que representa el 3% de los hogares del Gran Santiago. Está compuesto en 99% por profesionales con estudios universitarios que, además, en un tercio de los casos tienen títulos de posgrado. Ocho de cada diez tienen al menos un vehículo y se concentra casi exclusivamente en las comunas del sector nororiente de la capital: Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea y Providencia.
A este segmento le siguen dos nuevas categorías denominadas C1a y C1b. La primera de ellas representa a la clase media acomodada, mientras que la segunda refleja la clase media emergente. En conjunto representan el 12% de la población.
En la Región Metropolitana, el C1a se concentra geográficamente en las mismas zonas que el AB (como Las Condes, Vitacura y Providencia), mientras que el C1b si bien habita estas comunas, también lo hace en lugares como Santiago Centro y Ñuñoa, y también en áreas de Maipú, La Florida y San Miguel.
Su capacidad de ahorro es diferenciada. Según el estudio “Chile a la luz de la nueva clasificación de GSE”, realizado por GfK Adimark, el 58% de los hogares C1a dice que sus ingresos le alcanzan bien y pueden ahorrar sin dificultades, mientras que ese porcentaje baja al 34% en el C1b. el 68% del C1a dice estar satisfecho con su sueldo, cifra que cae al 54% entre los C1b.
Luego está el segmento C2, que representa el 12% de la población; el C3 con el 25% y le sigue el grupo D con el 37% y finalmente, el grupo más pobre, el E con el 13%.
Chile, país de clase media
Los resultados del estudio Chile 3D de GfK Adimark, presentado por Carolina Cuneo también arroja cómo está Chile hoy en lo que se refiere a capacidad adquisitiva. Las conclusiones señalan que hay más acceso y esto no es exclusivo de las clases más acomodadas.
De hecho, los segmentos más altos han tenido un incremento de su ingreso anual promedio en torno al 2%, lo que es menor al de un hogar de clase media, que ha crecido entre 2,5% y 3% en el mismo período.
“Analizando los datos de consumo, podemos decir que Chile es hoy un país de clase media, donde el 80% tiene tv cable o satelital, el 78% cuenta con conexión de internet en el hogar, el 77% tiene un smartphone y el 55% acostumbra a premiarse de vez en cuando comprándose algo”, dijo Carolina Cuneo, Directora en Consultorías de marcas y Comunicaciones de GfK Adimark.
Dado estos antecedentes, la expositora agregó que segmentos que hoy no son muy considerados por el marketing, como el C3 y D y que representan el 62% de la población, pueden ser hoy muy atractivos, si las empresas se adaptan a sus necesidades y medidas de consumo.
Con respecto a cómo los cambios que se han producido en materia de consumo en el país inciden en el sector automotor, se revelaron datos interesantes, como que el 74% del grupo AB se interesa por los autos y esa misma cifra de la categoría está dispuesta a pagar por marcas exclusivas.
Mientras que el 58% de ellos se preocupa por el medioambiente, frente al 42% del grupo C2.
En el grupo C1a, en tanto, el 84% compra autos nuevos, a diferencia del 51% del C1b.
El 74% del C1a opta por llevar su auto a revisión a un taller oficial, frente al 51% del C1b.